miércoles, 28 de mayo de 2008

IDIÓFONOS:
Un instrumento idiófono, es un instrumento musical en el cual la totalidad del instrumento produce el sonido, es decir, todo el instrumento vibra.

Son instrumentos cuyos cuerpos, de madera o metal, son duros pero con la suficiente elasticidad como para mantener un movimiento vibratorio.

Clasificación [editar]Por la forma de originar la vibración pueden clasificarse en:

Percutidos:
Entrechocados:
Castañuelas
Brazalete de semillas
Platillos
Tejoletas
Con baqueta o macillo:
Campana
Xilófono
Triángulo
Gong
Tambores metálicos de Trinidad
Txalaparta
Botella de anís
Semisacudidos:
Cascabeles
Sonajas
Maracas
No percutidos:
Punteados:
Kalimba
Frotados o raspados:
Armónica de cristal
Carraca
Guimbarda o arco de boca.
Güiro

TRIÁNGULO:


El triángulo es un instrumento percutido de metal, perteneciente al grupo de los idiófonos, porque el sonido resultante es fruto de la vibración del metal tras ser golpeado con la baqueta.

El triángulo es una barra cilíndrica de acero doblada en forma de triángulo, como su nombre indica, con la particularidad de que uno de sus vértices queda abierto. Normalmente, el ejecutante no sostiene directamente el instrumento asiéndolo por una de sus lados sino mediante un cordel que, atado al vértice superior, sirve para suspenderlo.

El sonido del triángulo es agudo y de altura indefinida, lo que no significa que no genere notas determinadas. El músico puede hacer que el sonido del triangulo sea abierto o cerrado según como lo sostenga.

El triángulo posee gran sonoridad, lo que permite que sea oído por encima de la orquesta.

PLATILLOS:

Los platos, platillos, címbalos o cimbales son un instrumento de percusión, consistente en dos discos circulares cóncavos de metal. Su centro está agujereado para dejar pasar una correa de cuero o de piel, cuya función es servir de asas o abrazaderas, y fijadas por su parte trasera.

Los platos, normalmente, son de una aleación de bronce o latón, aunque, los platos utilizados en las orquesta de cierto nivel, construidos de una mezcla de cobre, plata y estaño. Estos platos son idiófonos que se hacen sonar entrechocándolos uno con otro, o percutiéndolos con palillos o baquetas. Son un instrumento de sonido indeterminado, lo que significa que las notas no tienen una altura definida. El tamaño de los platillos influye directamente en la sonoridad, a mayor tamaño o grosor mayor potencia sonora.

Los platillos descienden de los crótalos, cuyo origen data de la Edad Antigua. Desde Oriente Medio, los crótalos llegaron al Imperio Otomano, donde los turcos aumentaron su tamaño exponencialmente, hasta convertirse así en el intrumento que ha llegado a nuestros días. La popularidad de los platillos llegó con el Romanticismo, periodo en el que se introdujeron en la orquesta sinfónica los exóticos instrumentos propios del folclore turco. Además de los platillos, llegaron los triángulos, las panderetas y otros instrumentos.

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